Existen dos posibilidades que debemos analizar antes de que concibamos la idea de montar un negocio, pues las variantes que se nos presenta pueden ser muy comprometedoras o, de alguna forma, muy sutiles por la manera en que vemos el mundo de los negocios.
Si nuestra intención es dejar nuestro trabajo, porque por alguna causa no está siendo bien remunerado con relación al esfuerzo que estamos imprimiéndole, esta iniciativa de montar negocios, nos puede o debe sonar descabellada o no en función de la solidez de nuestra idea y nuestros recursos para llevarla a cabo.
La otra cara de la moneda, es que probablemente tengamos cierto capital disponible y que la necesidad de ser emprendedor, con una buena idea de negocio, es imperante motivado de tener una vida más satisfactoria y plena.
Llegaremos al punto, en que cuando iniciemos, estaremos tan inmerso en el proceso de emprendimiento de nuestro negocio, que no va haber cabida al retorno. Es aquí, donde el negocio nos va a demandar completamente nuestro tiempo hasta que la llevemos a dar los primeros pasos operativos.
Por esta razón, es que impera la idea de hacer una exhaustiva organización, tanto de las ideas, como de los recursos que tengamos disponibles, para que el negocio tenga unas bases sólidas y más adelante no se nos derrumbe porque a la final quedaremos decepcionados de ser emprendedores.
Es por esto, que montar negocios, no es un juego sino lo más serio de lo que nos debemos ocupar desde el momento que demos el primer paso para hacer emerger la idea de negocio y transformarla en una empresa que tenga todas las características para triunfar.
Montar un negocio, sin prisa pero sin pausa
Cuando estamos por primera vez incursionando en el proceso de montar un negocio, es preciso que tomemos muy en serio el ritmo y la constancia que nos vaya demandando el tipo de negocio que emprendamos.
No cometamos el error de dejar para mañana las obligaciones de hoy o no estar preparado en el momento en que encontremos un obstáculo en este camino.
Esto va a repercutir seriamente, en que sea muy lento el proceso de hacer emerger el negocio y que cometamos equivocaciones, que más adelante van a repercutir y comprometer el éxito de la empresa.
Es por esto, que debemos estar lo suficientemente decididos, cuando concibamos la idea de negocio teniendo en cuenta tanto el posicionamiento potencial del mismo cuando estemos iniciando la actividad así como la cantidad de clientes que podemos captar, los canales que utilizaremos para dar presencia a nuestra empresa y el tipo de marketing que se adapte a esta iniciativa
Tal vez, la clave esté más arraigada en que llevemos a su máximo nivel una idea para montar un negocio que este paralelo a la innovación y a cubrir alguna necesidad inmediata que el mercado esté demandando para la satisfacción del cliente.
La modernización, será entonces, el ajuste que debemos darle a nuestra empresa para que pueda tener su propia dinámica de aceptación y contribuya a moldear el tipo de economía en donde ésta se esté moviendo.